Al cuello. En el dedo o en tu muñeca. Imagina que parte de un asteroide que da vueltas entre Marte y Júpiter y que tiene aproximadamente cuatro mil millones de años impacta en la Tierra para llegar a tu joyero. Presumir de la exclusividad de lo eterno no es algo que podamos hacer todos los días. O sí. Teresa Escudero, licenciada en historia y enamorada de los misterios de la galaxia es la fundadora de la firma de alta joyería Rites of Passages. “La selección cuidadosa de meteoritos metálicos, de gemas y de las piedras más raras elegidas por su calidad superlativa me inspiran y dictan cada creación”, nos cuenta la ya también artista. Gracias a su colección, aquellos que entienden la joyería como un arte pueden lucir piezas “que trascienden del puro adorno porque además de hermosas en si mismas evocan una conexión con el universo”. Las de Teresa Escudero son joyas de lujo de moda con mucho sentido.
Teresa Escudero y los «cazameteoritos»
“¿De dónde proceden los meteoritos con los que haces tus joyas?”, le preguntamos a Teresa. “Las personas a las que se los compro son cazameteoritos”, nos dice envuelta en un halo de misterio. Explica que un meteorito en bruto es un trozo de hierro oxidado. “Namibia o Argentina los han declarado ya patrimonio de la humanidad pero aquí es legal cogerlos aunque son difíciles de encontrar”, nos cuenta. “Si no tienes experiencia y sabes tratarlo con los ácidos adecuados no te vas a dar cuenta de que es un meteorito”, comenta. Ella los pule, los corta, y, a partir de sus originales formas diseña las joyas. Esta es una de las razones que explica que los precios de las piezas de Rites of Passages oscilen entre los cinco mil y los 20 mil euros y se comercialicen únicamente en casas de galerías de arte y contadas joyerías exclusivas, como es el caso de Gómez Molina Joyeros en Puerto Banús. Otro de los puntos de venta de Rites of Passages es Eppli Juwelier Stuttgart en Alemania. “Empezaron como casa de subastas y tienen ahora también parte de joyería contemporánea”, nos dice Teresa. Otra de las cuestiones que hacen que las piezas de la marca de Escudero sean altamente singulares es que todas forman parte de series cortas y numeradas, integradas solamente por entre 10 y 20 joyas. Además, los meteoritos llevan incrustados, en muchos casos, brillantes de altísima calidad y Escudero cuida siempre la transparencia, el color, el brillo y el corte de todas las gemas para hacer joyas de lujo de moda muy especiales.
Joyas de lujo de moda con historia
La gallega es una mujer detallista. Meticulosa. Apasionada. Para esta entrevista nos recibe en su casa, donde, con esmerado cuidado, nos muestra algunas de las piezas de su colección. “No son joyas para un público que busque la ostentación en una marca que conoce todo el mundo”, afirma. “El lujo real es exclusividad. El lujo real es raro y escaso”, dice convencida. Para Teresa Escudero las joyas son “esculturas en miniatura”. “Una joya tiene que ser eterna, algo perecedero no es una joya”, explica. “Tú no reformarías una escultura o un cuadro porque es arte”, dice convencida. “Las joyas para mi son arte”, apuntala. Y por esta razón define su marca como una firma nicho de diseño poco convencional que surge del deseo de “aprovechar lo que la naturaleza me ha dado”.
Teresa Escudero logró hacer realidad su proyecto después de haber trabajado en i+D, diseño y producción durante más de dos años. Ahora, satisfecha con el resultado, hace llegar las joyas finales a sus clientes en cajas de hormigón. Sí, sí. Has leído bien. De hormigón armado. Cada caja pesa aproximadamente kilo y medio. “Son como esculturas”, dice Escudero. “Todo tiene una poética de lo que es la historia de nuestro pequeño universo”, explica la creadora. Y nos dice que se dirige a un público con sentido artístico que adquiere una joya por razones ajenas a la moda y las efímeras tendencias. Las de Teresa Escudero son joyas de lujo de moda con carácter, con magia. Joyas con arte o el arte en joya. En su página web puedes verlas todas pero si tienes la oportunidad de sostenerlas con tus propias manos, te recomendamos que no desperdicies la ocasión. Será una experiencia inolvidable- ¡Y no digamos si las haces tuyas!
