Dos grandes entre los grandes se dan cita en la capital y te invitan a asistir a una exposición sin precedentes. Freud y Bacon. Bacon y Freud. El primero, fue un pintor de estilo «neofigurativo» idiosincrásico que deformaba la realidad para retratarla de manera ambigua. El segundo, un pintor y grabador británico, considerado como uno de los artistas del mismo estilo más importantes del arte contemporáneo. Desde el 14 de enero y hasta el día 27 de febrero los dos genios conviven en las salas de la Galería Marlborough dando vida a la exposición de arte en Madrid La condición humana.
En esta podremos contemplar una selección de 20 grabados de Lucien Freud y Francis Bacon. De entre todos ellos el más destacado es el gran tríptico Second Version of Triptych 1944 del segundo (imagen de portada). Se trata de una obra en gran formato que data del año 89 y que se ha colocado en el denominado como «altar» de la Galería. Es, como su nombre indica, un tríptico que muestra, como explicaba el propio Bacon entrevistado por David Sylvester, las pinturas de Picasso realizadas al final de los años 20, esas formas orgánicas que sugieren a la vez imágenes humanas pero en absoluta distorsión. También está la inspiración en la crucifixión de Cimabue, aquí con las figuras invertidas.
Tensión emocional en desnudos y retratos. Historias de soledad. Tales cuestiones hacen las veces de denominador común de las obras que conforman la exposición de arte en Madrid que ahora nos ocupa. Sempiternos aspectos universales. Siempre a la orden del día. Poco importa el tiempo que pase o las circunstancias que nos envuelvan. Sentirse identificado con el tremendismo de las creaciones pictóricas de Bacon y Freud resulta absolutamente inevitable pues todos hemos experimentado en nuestras carnes sensaciones como las que probablemente los llevaron a expresarse de una manera tan desgarradora.
«¿Qué une a los dos artistas aparte de su amistad y admiración en vida?», se pregunta Belén Herrera Ottino, directora de la Galería Marlborough. «La ausencia de humor y su exploración e introspección en la soledad del ser humano», reflexiona. La galerista reconoce que, al contemplar la impactante obra que nos ocupa, no puede sino acordarse de la «brutal escena de Rocky en la que Stallone entrena metiendo una paliza a los cuerpos descuartizados y colgados de las pobres reses en el almacén frigorífico donde trabajaba su cuñado». ¿Crees que esta misma escena será precisamente la que te venga a la mente cuando asistas a la exposición? ¿O es que acaso te la vas a perder? Recuerda que tienes hasta el 27 de febrero. Es una cita ineludible. La Galería Marlborough se encuentra en la Calle de Orfila, 5.