«Este es un hotel para que la gente se sienta como en casa», nos explica Cristina Lozano, una de las socias de Cristine Bedford, la nueva guest house de Mahón. Y la sensación la tienes nada más entrar en esta casa. Cristina es una de las anfitrionas de este nuevo alojamiento, aunque la verdadera es Cristine, quien está omnipresente detrás de cada rincón de esta casa inglesa en el centro de la capital menorquina. Cristine Bedford es el nuevo hotel boutique de Mahón y promete ser nuestro aliado cuando viajemos, por placer, a la isla.
La guest house, en pleno centro de Mahón -a pocos pasos del Mercat des Peix, de la esglesia del Carme… en plena Carrer de la Infanta-, busca que nos sintamos un local más en la capital de la isla. Está pensada para que duermas y disfrutes de las zonas comunes de la casa pero también para que des una vuelta por el centro o tomes un vino donde más te apetezca. Aquí las vacaciones se disfrutan como si fuéramos un menorquín más.
El interiorista Lorenzo Castillo ha dejado su sello en toda la decoración, que como nos explicaba Cristina: «es una mezcla de las tres culturas de Menorca: la árabe, la inglesa y la francesa. Lorenzo, además de ser un magnífico interiorista es un gran historiador». Castillo, además, habita en la isla en la temporada estival y es un amante profeso de la isla. » El asturiano ha dado rienda suelta a la creatividad y originalidad que caracterizan sus trabajos a la hora de mezclar estilos, recuerdos y objetos. El resultado: un lugar cálido, elegante y sofisticado», explican desde el hotel. La propia Cristina también ha contribuido a la decoración con la compra de mobiliario que ha elegido ella personalmente. Porque al final, esta también es su casa.
La mayoría de los muebles se han encontrado en anticuarios de Inglaterra, España y Francia… Pero también hay detalles propios de una casa típicamente menorquina. Porque esta es la casa en la que quieren que nos quedemos cuando vayamos a Mahón. La mezcla de estampados y tejidos, las 21 habitaciones diferentes con un toque acogedor y cálido, la mezcla de estilos… Hacen de Cristine Bedford uno de los lugares más especiales de Mahón para quedarse a dormir.
Cristina Lozano y Daniel Entrecanales, los dos socios detrás de Cristine Bedford, también han dejado su sello en el hotel. Ambos, amigos desde hace tiempo, formaban un buen equipo organizando cosas para sus amigos… Que llegara el proyecto de este hotel era cuestión de tiempo. Este hotel es para los amigos de los amigos, solo hay que ir para hacerse amigo de Cristine Bedford.
Álvaro de la Rosa es otro de los nombres que hay que mencionar si hablamos de este alojamiento. El paisajista, amigo de los anfritiones, se ha encargado de diseñar el jardín de 600m2 de esta guest house. «Un oasis en el centro histórico de la capital de la isla», explican desde Cristine Bedford. Y lo han conseguido. Su patio, con vistas al fondo a la iglesia del Carmen y Ca’n Oliver, respira paz y te la transmite.
Próximamente podremos disfrutar también de la gastronomía local, uno de los pilares de este proyecto -además del arte-. Ses Forquilles -de los mismos dueños de Ses Culleres, de los que te hemos hablado- abrirá sus puertas en una casa cercana al hotel que se conectará a través del patio. Oriol Castell y Marco Collado contarán con su propio espacio en el hotel. «Llevábamos hablando de hacer un proyecto juntos desde hace 4 o 5 años», confesaba Cristina. Ahora casi es realidad.
Pero este hotel tan especial no busca ser solo un alojamiento con encanto para quienes vengan a Mahón. Su relación con isla y con su esencia va a ser para largo. Menorca es Reserva de la Biosfera y Cristine Bedford nace como un proyecto sostenible. «Las alfombras están hechas con botellas que han sido recicladas, los uniformes tienen el sello de Ecoalf, las toallas son de algodón orgánico…» explica Cristina. En cualquier parte del hotel respiramos esta filosofía.
Pero no solo esto, Cristine Bedford se ha unido a la Menorca Preservation Fund para crear el proyecto ‘Dream Global, Eat Local’, para potenciar el consumo de producto local. «Es un proyecto que surgió durante el confinamiento», nos explica la anfitriona. Está claro que esta guest house quiere formar parte de la sociedad menorquina. ¿Reservamos? Cristine Bedford abre sus puertas ya.
