Era una de las fechas más esperadas de la temporada: el Mandarin Oriental Ritz ha abierto por fin sus puertas en Madrid. El clásico Ritz estrena nombre y apariencia, pero su esencia de hotel sofisticado en pleno centro de la capital sigue intacta. Como muchos clásicos de la ciudad, el hotel se adapta a la tendencia y a la innovación convirtiéndose -de nuevo- en uno de los mejores alojamientos de la ciudad.
Después de muchos meses de trabajo -casi tres años-, ya podemos descubrir en qué ha cambiado Mandarin Oriental Ritz. Detrás de este proyecto ha estado el arquitecto Rafael-La Hoz y la interiorista Dorothée Boissier, del estudio Gilles & Boissier. Eso sí, la esencia del proyecto del arquitecto francés Charles Frédéric Mewes de 1910 sigue intacta. La renovación del mismo ha sido inaugurada por personalidades como el alcalde de Madrid. Por aquel entonces fue inaugurado por el rey Alfonso XII.
En sus renovadas habitaciones volverán a quedarse célebres personalidades e icónicos personajes de la vida cultural y artística del mundo. Frank Sinatra, Rita Hayworth, Ava Gardner, el director de cine Otto Preminger… Son muchos los iconos que han dormido aquí. Y son muchos los que lo volverán a hacer una vez abiertas las puertas.
Junto a la renovación arquitectónica del hotel hay que explicar las novedades que se han producido en sus cocinas. La dirección gastronómica de este hotel está ahora en manos de Quique Dacosta. Y bajo su batuta, cinco espacios diferentes. Porque Mandarin Oriental Ritz va a ser un hotel gastronómico. Cinco espacios diferenciados pero que respetan la esencia del hotel, no hay que olvidarse que estamos en uno de los hoteles más emblemáticos de Madrid. Esto también implica que es uno de los alojamientos con más historia.
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Encontramos el Jardín del Ritz, con platos más informales. Seguimos con Palm Court, Pictura -un homenaje a la cocina líquida, aquí venimos a beber cócteles-, su Champagne Bar -donde el champagne es el líquido estrella, claro-, y por último, Deeessa. Este último es el proyecto más ambicioso de Quique Dacosta, que busca que en un futuro sea un tres Estrellas Michelin.
Hay que recordar que fue César Ritz quien puso en marcha este hotel. Un alojamiento que ha sido protagonista de la historia de la ciudad. Desde su situación privilegiada, en pleno Paseo del Prado, ha vivido en primera persona la transformación de la ciudad. En estos tres últimos años el propio Ritz ha sufrido lo mismo: sus 153 habitaciones, las 53 suites, los 5 espacios gastronómicos y todos los rincones que invitan al bienestar…
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Hay que celebrar que uno de los grandes iconos de la ciudad vuelve a abrir sus puertas después de tantos años. La vida sigue en Mandarin Oriental Ritz.
