Nos colamos en algunas de las mejores panaderías de Madrid

En la imagen, un panadero presentando el producto recién hecho. /Foto: Unsplash
En la imagen, un panadero presentando el producto recién hecho. /Foto: Unsplash
  • Elisa García Faya
  • Soy periodista y comunicadora audiovisual especializada en wellness. Me formé en la Universidad San Pablo CEU e hice el máster de moda en Condé Nast College en Londres. Actualmente estudio nutrición y herbodietética y colaboro con diferentes cabeceras y en mis ratos libres me escapo a mi tierra natal, Asturias. Donde aprovecho para hacer yoga, salir a correr y disfrutar de la naturaleza. Creo que cuerpo solo tenemos uno y es para toda la vida, así que tenemos que cuidarlo por dentro y por fuera.
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“Un buen pan es aquel que tiene una corteza crujiente con diferentes tonalidades de dorados y tostados, una miga sedosa y aterciopelada y una miga húmeda con sabor a campo y cereal”, son las palabras de Fernando Bosque Carrasco, panadero por amor.

En la imagen, una bonita panadería./Foto: Unsplash
En la imagen, una bonita panadería./Foto: Unsplash

El pan era para los griegos un alimento de origen divino. Sin embargo, en su histórico de popularidad ha tenido altibajos. Durante algunos años se demonizó su consumo. Se le atribuyó erróneamente la capacidad de hacernos subir de peso. Pero ahora que por fin hemos aprendido a diferenciar un buen pan, natural y hecho despacio, de aquellos que contienen ingentes cantidades de azúcar y otros aditivos, nos atrevemos a comprarlo sin remordimientos y disfrutamos de sus infinitas versiones.

En la imagen, el exterior de una panadería. /Foto: Unsplash
En la imagen, el exterior de una panadería. /Foto: Unsplash

Nada hay mejor que un pan de corteza crujiente y miga esponjosa. El pan de aceitunas, de vino o con pasas. Nada hay mejor que un pan con cereales. Un pan especial. Original. Para acompañar los mejores guisos y  las más sanas salsas cocinadas a fuego lento en casa. Por eso hemos hecho una selección de algunas de las mejores panaderías de la capital, algunas ya te hablamos de ellas en nuestro artículo sobre roscones. Te adelantamos que muchas de ellas sirven a domicilio y que algunas llegan a otros puntos de la península así que no dejes pasar la oportunidad de conocerlas todas.

Crustó

 

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Los expertos de Crustó utilizan la mejor selección de materias primas y respetan el tiempo de fermentación natural del pan, que pueden ser 18 horas o más. En su obrador a la vista hacen sus más de 50 productos despacio. Si algo los diferencia es que todos están elaborados con la masa madre propia de Crustó, su levain, una masa madre líquida que mantienen viva desde hace años y que da origen a todas sus creaciones de la manera más natural mediante un proceso de fermentación lenta. Crustó tiene cinco espacios en Madrid y dos en la ciudad condal que, a su vez, son cafeterías. Además dispone de servicio a domicilio, para que el pan llegue a tu casa en menos de 24 horas.

Pan.delirio

 

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Pan del lirio es un obrador que reivindica la materia prima, el producto y el buen hacer. Utilizan masa madre, harinas ecológicas, molidas a la piedra, certificadas sin aditivos y mucho amor para cada uno de sus productos. Pan de lirio nació con el sueño de un padre y un hijo: el de crear el mejor roscón de reyes del universo. Hoy no solo son conocidos por su bollería natural y de verdad sino también por su amplio abanico de panes,  a los que tildan de “honestos”, pues se trata de panes saludables que preservan los aromas y sabores más auténticos. Pan del lirio tiene servicio a domicilio dentro de la M30. También hacen envíos nacionales y si lo prefieres puedes comprar el pan in situ o bien por internet y recogerlo en el obrador.

Levaduramadre 

 

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En Levaduramadre no solo ofrecen los mejores y más variados tipos de pan artesano, sino también aromáticos cafés e infusiones. Disponen asimismo de una cuidada selección de pastelería y bollería y productos salados que dan una vuelta a la tradición para convertirse en tentadores y sofisticados bocados, perfectos tanto para picar entre horas como para dejarnos satisfechos a mediodía. Por si fuera poco, en Levaduramadre se imparten reconocidos cursos de panadería. Algunos de los mejores profesionales del sector hacen a veces de maestros tanto para quienes quieren dedicarse al oficio como para aquellos que quieren pasar un buen rato y disfrutar del placer de amasar un buen pan. Tienes que probar la hogaza de vino, nueces y pasas de Levaduramadre porque no te va a dejar indiferente. Hacen envíos a domicilio en Madrid con gastos según destino.

Panic

 

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El de Panic es un pan sincero elaborado con solo tres ingredientes: agua, harina y sal. Es el pan de antaño. El pan de nuestros abuelos. El de verdad. Tostados y de corteza dura, y gruesa, los panes de Panic se conservan además por mucho más tiempo. Esta panadería está en Conde Duque, en pleno corazón de Madrid y con el fin de demostrar que en sus creaciones no hay trampa ni cartón, su fundador, Javier Marca, ha difundido este vídeo.

Boske Bakery

 

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En Boske puedes encontrar más de 30 productos diferentes y más de una decena de tipos de pan. Todos se elaboran en el día con harinas ecológicas molidas en piedra para preservar los minerales, las vitaminas y la fibra del grano. También con agua microfiltrada, que elimina bacterias y otras impurezas.  En esta panadería la fermentación es triple (se necesitan en 24 y 36 horas para lograr una buena masa). También tienen bollería y tartas hechas con huevos ecológicos de gallinas en libertad, mantequilla fresca de Asturias y Francia y leche fresca. Casi todos estos productos tienen base vegetal y son la prueba evidente de que cuidarse no es renunciar al sabor. Actualmente Boske hace envíos en la zona noroeste de Madrid, desde Aravaca, Boadilla, Majadahonda y llegando  hasta Villalba.

En la imagen, una hogaza de pan. /Foto: Unsplash
En la imagen, una hogaza de pan. /Foto: Unsplash

El refinamiento de las harinas, los aditivos y las fermentaciones cortas de la revolución industrial fueron los factores que echaron al traste el buen pan. Cuanto más se produjera, más se ganaba y esa era máxima que primaba. “Es curioso ver que al pan le ha pasado lo mismo que al ser humano, querer hacer mas en menos tiempo, al final el tiempo es lo que se necesita para hacer las cosas bien y en el caso del pan no es diferente”, nos dice en este sentido Fernando Bosque Carrasco. Y no le falta razón. Como dicen los italianos, piano piano, si va lontano.