Disfrutar de los ‘youngtimers’ americanos

El 'LeBaron'/Foto: Manuel Cabanillas
El 'LeBaron'/Foto: Manuel Cabanillas
  • Rafael Chelala
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Diría que un youngtimer, para lo que no existe una definición exacta, es un vehículo de una antigüedad de unos 20 0 30 años. De hecho, a los 30 años ya los automóviles pueden hacerse históricos en España, siempre que cumplan ciertos requisitos, como por ejemplo, no haber sido ‘tuneados’, que se mantengan originales, y que tengan cierto interés como vehículos en buen estado de conservación susceptibles entonces de unas ciertas ventajas.  Así y todo, ciertos coches pese a que sean históricos también son youngtimers, los de gran parte de la década de los años ochenta y por supuesto los de los años noventa.

Una gran ventaja de estos vehículos es que se pueden adquirir en buen estado de mantenimiento y en definitiva pueden utilizarse y disfrutarse con asiduidad.  Para muchos son coches (o motos) que en su día nos hubiese gustado tener y que con el paso del tiempo podemos adquirir disfrutando y reviviendo etapas de nuestro pasado. Vehículos que muchas veces tuvieron seres queridos cuando no nos los podíamos permitir. Algunos son verdaderas maravillas y se pueden comprar a muy buenos precios, a veces sorprendentemente baratos debido a que ya se han depreciado mucho.  Son oportunidades para quien le guste disfrutar de vehículos singulares, exclusivos y que desatan emociones y a veces sorpresas en relación a conceptos preconcebidos.

Foto: Manuel Cabanillas
Foto: Manuel Cabanillas

No me atrevería a recomendar invertir en unos o en otros, salvo excepciones que son apuestas seguras. Sólo recomiendo que se procure comprar a un precio que nos encaje y que estén en buen estado de conservación con observancia de los elementos que han fallado o se han deterioro más frecuentemente en cada modelo. De esto hay mucha información en internet.  También recomendaría buscar a un mecánico familiarizado con el modelo de vehículo y asegurarnos en la medida de lo posible del suministro de las piezas de recambio. Y sobre todo que nos guste, que nos traiga buenos recuerdos, emociones y nos apetezca conducirlo. En próximos artículos de COOL hablaré de muchos coches y motos de esta época. En esta ocasión os hablo de un modelo americano de los que me gustan y no porque sea el mejor, sino porque a mí me inspira buenos recuerdos y creo que tiene muchas virtudes.

En primer lugar, y pese a todo lo que se dice de ellos, no conozco a nadie cercano que se arrepienta de haber adquirido un coche americano youngtimer. Siempre que lo adquiriese sabiendo lo que compraba, claro está. Con el tiempo se han vuelto supervivientes y han demostrado que son capaces de mantenerse con mucha personalidad, con diseños que se apartan de lo convencional, y los hace exclusivos. Porque entonces los coches americanos eran todavía muy distintos a los europeos y no hay mas que ver las películas de la época, no tenían nada que ver.  Ahora, los modelos están mucho más globalizados y lo raro es ver diseños diferentes al cruzar el charco.

Foto: Rudolf Stricker
Foto: Rudolf Stricker

Muchos llegaron a España a través de importadores “bajo pedido” con Blitz Hermanos como una referencia de la época. Otros llegaron de la mano de las marcas como es el caso de los Jeeps, a través de la distribución de Renault.  De estos empezaron a verse por España los Wrangler y los Cherokee con motorizaciones adaptadas a nuestro mercado, aunque no necesariamente prescindiendo de los motores 4.0., por supuesto, los Limited estaban disponibles. Altos consumos para Europa pero muy agradables de conducir. Dentro de aquella inclusión también paralela a modelos japoneses en la península, comienzan a comercializarse los otros coches de la estrella, los Chrysler:  Saratoga, New Yorker , la Vogayer y el coupé LeBaron.

El Chrysler LeBaron

'Lebaron' cabrio/Foto: Manuel Cabanillas
‘Chryler Lebaron’ coupé/Foto: Manuel Cabanillas

Me encantaba.  El Chrysler LeBaron es un clásico en el mercado americano con una historia que se inicia en los años 30 con bonitos diseños de unos carroceros al estilo art-deco. A medidos de los años 50 fue adquirido por Chrysler quien ya fabricaba los chasis. De LeBaron ha habido muchos modelos, incluso grandes plataformas que fueron los Imperial LeBaron de los años 60 y 70´s. En España en los muy finales años 80 se empieza a comercializar el LeBaron coupé y convertible, la mal denominada tercera generación.  Eran coches superventas en los Estados Unidos y muy llamativos en Europa por su diferenciado aire americano que les otorgaba exclusividad y distinción. Además, el servicio técnico era muy aceptable y las motorizaciones adaptadas al mercado europeo con motores cuatro cilindros y 2.5. litros turbo alimentados y motores V6 3.0. La primera de las motorizaciones de la marca, de cuatro cilindros, 174 CV y más deportiva. La segunda menos potente, muy suave y de origen Mitsubishi, 141 CV irrompible y feeling muy americano.  Y por supuesto, incluían la opción de cambio manual, creo recordar que solo en la primera de las motorizaciones.

El modelo 'Lebaron' en rojo/Foto: Manuel Cabanillas
El modelo ‘LeBaron’ en rojo/Foto: Manuel Cabanillas

Antes de un desacertado restyling, los faros con 4 ópticas, dos a cada lado, se escamoteaban bajo una tapa protectora muy característica del modelo que se desplazaba de arriba a abajo. Además de otorgarle mucha personalidad al coche recuerda a joyas como el LeBaron Newport del 41. Esta solución de faros que se ocultaban puedo entender que por algún motivo dejase de usase, pero cuando se hizo el coche perdió todo su encanto.

La versión cabrio en color blanco, eran verdaderamente llamativa. Los interiores bastante americanos y por supuesto asientos comodísimos. Adoptaba algunas soluciones originales como ubicar mandos en los laterales superiores del cuadro de instrumentos eliminando varillas del volante. Calidades regulares sobre todo de plásticos, pero todo se encuentra y se repone, eran coches de grandes producciones y donde las piezas se utilizaban en distintos modelos por lo que en general no es un problema la reposición.

Disfrutar de los ‘youngtimers’ americanos

De este modelo incluso se hizo una versión denominada Chrysler TC by Maserati, parecido a lo que hizo Cadillac con el Allanté, salvando las distancias, pero ambas un fracaso. También por supuesto estaban los deportivos de General Motors, pero ya en canales de distribución más exclusivos. Así por ejemplo los Chevys Camaro y Corvette o los Ford Mustang. Coches deportivos americanos, estos y otros que son muy bonitos, si te gustan. Fáciles de mantener, siempre que no tengamos complicaciones graves con la electrónica.  Las piezas se consiguen fácilmente por internet en la mayoría de los casos y son muy baratas en general en comparación con las de deportivos europeos de la época.  Mecánicas resistentes para viajes y para escapadas frecuentes. No son para invertir, pero sí para disfrutar de una conducción distinta y muy vistosa.